sábado, 15 de agosto de 1998

Capítulo V. Las olas me arrastraron hasta ella




Hacia un calor agobiante, un montón de sombras bailaba a mi alrededor, un cuerpo delgado se movía a mi lado buscando compartir mi soledad y mi tristeza. Una necesidad... salir corriendo de allí, salimos juntas, otras nos siguieron arrastradas por nuestro ímpetu. Queríamos cambiar el humo por el aire limpio, la música ruidosa por el ritmo plácido de las olas, y aquel calor húmedo por la frescura del mar.


Sentadas en corro en la arena, medio desnudas y empapadas, nos reíamos como si hubiéramos hecho una travesura, satisfechas de haber roto el circulo vicioso.

Entonces fue cuando me acordé de ella, a ella le hubiera gustado estar allí y a mí compartir aquellos momentos. Era muy tarde, se acercaba el amanecer y no podía resistir el impulso de correr hasta encontrarla y llevarle un trozo de aquel momento.

No tenia pérdida, sabía que la encontraría entre los animales y acudí llevando conmigo agua marina y arena.

Estaba amaneciendo, un sol redondo y grande me indicó tan claramente el camino que supe que estaba haciendo bien, que debía compartir todo aquello con ella.

Llegué como animal desvalido a acurrucarme en sus brazos, esperando que me acogiera.


Amaramares
15/08/1998

sábado, 8 de agosto de 1998

Capítulo IV. Un lazo envuelto de esperanza


Subí las escaleras sigilosamente, buscando un rincón donde dejar escapar las palabras para llegar a mi amor esperanzado del otro lado del mar. Acurrucada entre un montón de macetas, y cubierta con un manto de oscuridad, escuché su voz. Miraba el cielo, aquel cielo que cubrió tantas noches de mi juventud sin apreciarlo. ¿Aquellas estrellas siempre habían estado allí? si estuvieron no brillaban...

Las palabras llegaron como un lazo. La sombra de la duda había cubierto de nuevo aquel amor esperanzado. Una vez mas la impotencia de la distancia aplastaba mis ansias de volar, enmudecidas por su decisión.

Me preguntaba, ¿Se puede tomar una decisión cuando se tienen dudas?.... por eso atravesé aquel mar que nos separaba y seguí trepando para volver a tocar la nube con la esperanza de llevarla de nuevo conmigo.



Amaramares
08/08/1998