Volví al silencio de mi soledad, abrí el ordenador. Era tarde, pero no tenia sueño. La insatisfacción de una noche más malgastada y el peso de los recuerdos. La impotencia de no poder regresar a otros momentos en los que fui feliz.
Se abrió una ventana más. Alguien quiso compartir conmigo mi soledad y mi silencio. Quien era aquella persona que tenia mi mismo tono, mi misma tristeza... acaso aquella ventana era mi espejo? No, seguro que era un espejismo más.
Con escepticismo continué aquella conversación: agradable, dulce como una cortina ocultaba nuestra desesperación por reencontrar la ilusión y los sueños.
Se abrió una ventana más. Alguien quiso compartir conmigo mi soledad y mi silencio. Quien era aquella persona que tenia mi mismo tono, mi misma tristeza... acaso aquella ventana era mi espejo? No, seguro que era un espejismo más.
Con escepticismo continué aquella conversación: agradable, dulce como una cortina ocultaba nuestra desesperación por reencontrar la ilusión y los sueños.
Amaramares
30/06/2003
30/06/2003